Cuando mis hijos eran pequeños… ya hoy son adultos de más de 24 años, leí un libro sobre el orden… Como todos, necesitaba por una parte ser yo más ordenado, y por la otra, que en mi hogar también lo fuésemos.
Me pareció tan transversal esa virtud que decidí reservar períodos cortos de tiempo para dedicarme a estudiar más el tema.
La primera cuestión que quisiera compartir contigo está relacionada con la pregunta: ¿Qué tal está el orden en tu casa? Y para ello te dejo algunas reflexiones para que a partir de allí te plantees acciones de mejora…
Diremos que no hay un buen sentido del orden en casa si…
✅ De modo habitual nos cuesta encontrar las cosas o si las perdemos con frecuencia.
✅ De modo habitual la familia llega tarde a las citas que tenemos.
✅ Los niños van al colegio con los deberes sin hacer.
✅ No tenemos horarios claros en temas centrales como cenar, acostarse y levantarse.
✅ Ordenamos a toda prisa antes de acostarnos, después de un día en que dejamos las cosas tiradas.
✅ Habitualmente dejamos las cosas para última hora.
✅ No exigimos el orden de manera sistemática, sino unas veces sí y otras no.
✅ Guardamos en un mismo lugar los juguetes estropeados con los nuevos.
✅ Ordenamos la casa o la habitación cuando ya no hay más remedio…
Así que te invito a reflexionar:
¿𝗖ó𝗺𝗼 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗹𝗹𝗲𝘃𝗮𝗿 𝗲𝘀𝘁𝗲 𝗼𝗿𝗱𝗲𝗻 𝗮 𝗰𝗮𝗱𝗮 𝗿𝗶𝗻𝗰ó𝗻 𝗱𝗲 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗮𝘀 𝘃𝗶𝗱𝗮𝘀?
La respuesta a estas preguntas es el primer paso hacia una vida más armoniosa y con mayor equilibrio entre la vida familiar y la vida laboral.
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